En este artículo vamos a ver en qué consiste el ratio active share, cuál es su gran utilidad para los inversores, los inconvenientes que puede presentar, y sabremos cómo se calcula este ratio y analizaremos un ejemplo práctico.
En qué consiste el ratio active share
El ratio active share es uno de los preferidos por gestores de carteras de inversión.
La finalidad de utilizarlo radica básicamente en que es muy útil y práctico de cara a conocer qué parte de las posiciones de una cartera son diferentes del benchmark. Recordemos que el benchmark es el índice de referencia que se sigue e intenta batir de cara a poder valorar si la gestión de una cartera o fondo de inversión ha sido correcta o no.
Así pues, el ratio active share no aporta información acerca de la valía del gestor, sino que refleja todas las diferencias entre la cartera del gestor y el índice de referencia y de esta manera podemos saber si la cartera es muy parecida o en cambio es totalmente diferente al benchmark.
Qué utilidad tiene el ratio active share
Este ratio presenta bastante utilidad práctica, así que vamos a echarle un vistazo a las principales que podemos encontrar:
1º Es un elemento más con el que puede contar un inversor en lo referente a disponer de más datos de cada fondo de inversión, hecho clave de cara a la elección del vehículo de inversión.
2º Pero la mayor utilidad que presenta el ratio active share es que permite saber si un fondo de inversión realmente es de gestión activa o bien es de gestión pasiva, así como la intensidad de su tipo de gestión.
3º Por supuesto, sirve muy bien para evitar fraudes, puesto que hoy en día muchos fondos de inversión se venden al público como fondos de gestión activa cuando en realidad son fondos de gestión pasiva. Esto se hace básicamente para poder cobrar más comisiones, puesto que la gestión activa, al tratar de batir al mercado y no replicarlo (como es el caso de la gestión pasiva), cobran más comisiones a los partícipes.
Aquí entraría en escena el fenómeno closet indexer, fondos de inversión de gestión pasiva que simulan ser de gestión activa y cobran más comisiones a los clientes
Y no es tema minoritario. Según el estudio Indexing and Active Fund Managemente: International Evidence, el 42% de los fondos que se venden como gestión activa son realmente closet índex, un porcentaje muy elevado. En España la Comisión Nacional del Mercado de Valores también lanza su advertencia de que es una práctica muy generalizada.
La realidad es que los diversos estudios sugieren que en general los fondos de inversión de gestión pasiva logran mejores rendimientos que los fondos de gestión activa, y además cobrando comisiones más reducidas. De ahí reciente auge los robo advisors, los cuales te crean una cartera de fondos indexados conforme a tu perfil de inversión con muy bajas comisiones.
De ahí la gran utilidad que el ratio active share aporta a los inversores de cara a saber realmente si un fondo de inversión tiene una cartera muy parecida a la de su índice de referencia o es diferente, con lo que de esta manera se sabe perfectamente si ese fondo es de gestión activa o bien de gestión pasiva, y podemos evitar engaños o fraudes en este sentido.
Sí, es cierto que luego es algo subjetivo todo el tema, porque un fondo puede coincidir en un 85% con su índice de referencia y otro un 45% y ambos venderse como gestión pasiva, cuando evidentemente el del 45% no lo es y el del 85% técnicamente tampoco aunque sería muy parecido.
En contra del ratio active share
Si tuviéramos que mencionar algo en contra del ratio active share se podría resumir en los siguientes dos aspectos:
- Su utilidad fundamental solo merece la pena si se utiliza entre fondos de inversión de categorías diferentes.
- Por desgracia, no resulta excesivamente complicado alterarlo o manipularlo. Los gestores lo hacen de diferente manera, siendo una habitual comprar ETFs (fondos cotizados) que en realidad no forman parte de ningún índice pero que pueden replicarlo.
Cómo se calcula el ratio active share
Antes de entrar de lleno en ver cómo se calcula el ratio active share y ver un ejemplo práctico, es importante saber cómo interpretarlo correctamente.
Para ello hay que tener en cuenta las siguientes premisas al respecto:
* Un ratio del 100%: significa que el fondo de inversión presenta una gestión activa del 100% en la que el gestor tiene como objetivo superar al índice de referencia. A cambio, las comisiones serán más elevadas respecto a los fondos de inversión de gestión pasiva.
* Un ratio del 0%: implica que estamos ante un fondo de inversión de gestión pasiva 100%, de manera que el gestor lo que hace es replicar el índice de referencia para obtener el mismo rendimiento que éste, y por ello las comisiones serán más reducidas respecto a los fondos de inversión de gestión activa.
* Por tanto, hay que tener en cuenta que a mayor ratio active share, mayor será el nivel de gestión activa de un fondo en concreto.
Claro, todo esto no deja de ser algo subjetivo, de ahí que la comunidad inversora tuviese que dictaminar unos mínimos parámetros para que el tema sea algo más objetivo, y de ahí podemos decir lo siguiente:
- Si el ratio está por debajo del 60% estamos ante un fondo de inversión de gestión pasiva.
- Si el ratio está por encima del 60% estamos ante un fondo de inversión de gestión activa.
Veamos un ejemplo práctico que Morningstar expuso en su día muy bien:
Supongamos que tenemos un fondo de inversión y su índice de referencia. Ambos tienen tres acciones en común con sus pesos respectivos:
Fondo de inversión
Acción A +2%
Acción B +3%
Acción C +5%
Índice de referencia
Acción A +3%
Acción B +4%
Acción C +1%
¿Cuál es el peso común de cada una de las tres acciones en el fondo y en el índice? En el caso de la acción A es +2%, de la acción B +3% y de la acción C +1%.
Ahora simplemente tenemos que sumar y nos sale un +6% de porcentaje en común.
Pues bien, por último lo que hay que hacer es restar el 6% al 100%, es decir, 100 -6 = 94%
En este caso, el ratio active share del fondo será de un +94%, siendo claramente un fondo de inversión de gestión activa.