La libertad financiera es la capacidad que tiene una persona para poder vivir de la rentabilidad de sus inversiones o bien de los ingresos procedentes de sus ahorros.
Ello implica poder vivir sin problema y asumir todos los gastos y obligaciones sin necesidad de tener que trabajar.
Por tanto, la libertad financiera es el estado en el que se vive alejado de las preocupaciones por el dinero porque el nivel de ingresos es superior al nivel de gastos, y de esta forma se cuenta con suficientes medios como para llevar una vida plena y completo desde el aspecto meramente económico.
Hay que resaltar que la libertad financiera no se alcanza de un día para otro. Hace falta construirla en el tiempo y cuanto antes se comience mejor.
La fórmula de la libertad financiera se basa en una sencilla relación:
Ahorro + ingresos > gastos fijos necesarios para vivir.
Solo cuando la suma de los ahorros y de los ingresos es mayor que la cantidad de dinero necesaria para cubrir todos los gastos fijos y variables se puede considerar que se tiene libertad financiera.
¿Qué quieres saber?
Qué es el movimiento FIRE : Financial Independence Retire Early
Ha aparecido un nuevo movimiento al que cada vez se suma más gente. El movimiento FIRE: Financial Independence Retire Early, o gente que se jubila joven habiendo logrado la independencia financiera.
El movimiento FIRE consiste en que cada persona ponga en marcha un plan financiero de ahorro e inversión que le permita disfrutar de rentas pasivas una vez que se jubile. Y la intención es que esa jubilación sea lo antes posible, si puede ser a los 50 años.
El modelo consiste en vivir lo más austeramente posible, ahorrando la mitad de los ingresos o más entre los 20 y los 40 años.
Para ello se aplica la regla del 4, es decir, a partir de la jubilación solo se podrá emplear un 4% de lo ahorrado previamente cada año, por lo tanto, es imprescindible la contención en el gasto para que el sistema funcione. Si no se cumple esta regla se corre el riesgo de quedarnos sin capital siendo mayores y sin poder trabajar.
Cómo alcanzar la libertad financiera
Hay varias reglas importantes e imprescindibles para poder aspirar a lograr la ansiada libertad financiera. Entre las principales se pueden enumerar las siguientes:
- Incrementar la capacidad de ahorro. Cuanto mayor dinero se pueda ahorrar, mayor será el capital con el que se cuenta para posteriormente vivir de ello o bien invertir en activos que generen rentas.
- Invertir correctamente. Por mucho capital que se disponga ahorrado, puede que no sea suficiente para vivir de por vida de ello, de manera que se requiere poder invertirlo para que genere intereses. Ya sabes que nuestra opción preferida para invertir y ahorrar a largo plazo son los fondos indexados a través de un robo advisor.
- Toda inversión conlleva el hecho de tener que asumir una serie de riesgos inherentes. Se impone la necesidad de asumir riesgos pero siempre de manera controlada.
- Contar con un asesor fiscal experto. Los impuestos que se han de pagar pueden mermar buena parte del plan de libertad financiera. De ahí que sea importante contar con un buen asesoramiento fiscal para saber cómo lograr exenciones, bonificaciones y desgravaciones.
- Hay que disponer de una mentalidad emprendedora, así como de paciencia, constancia, disciplina y ganas de querer seguir aprendiendo continuamente.
Los ingresos pasivos como clave de la libertad financiera
Un factor clave en toda libertad financiera son los ingresos pasivos. El sistema ideal es disponer de un medio compuesto o formado por varios ingresos pasivos que generen periódicamente ingresos recurrentes sin necesidad de estar presente en forma física.
Lo que caracteriza a todo ingreso pasivo es que tras haber realizado una inversión inicial, éste genera ingresos sin hacer nada, de manera que tan sólo hay que invertir tiempo y trabajo o dinero una única vez y a partir de ese momento se reciben ingresos periódicos sin prácticamente tener que hacer nada.
Algunos ejemplos de ingresos pasivos serían:
- Comprar un inmueble y destinarlo al alquiler. De esta manera se recibe cada mes una renta económica en concepto del arrendamiento del inmueble.
- Escribir un libro físico o un ebook. Una vez escrito se publica y se pone a la venta, cada venta que se produzca genera al autor una comisión.
- Grabar cursos en vídeos. Se ponen a la venta y cada vez que una persona se lo descargue se recibe una cantidad económica por ello.
- Productos de inversión: por ejemplo una renta vitalicia que consiste en aportar un capital al banco y éste cada mes otorga una renta periódica fija hasta el fallecimiento del titular del dinero. Aquí también se podrían incluir otros productos como la hipoteca inversa o los dividendos que ofrecen las acciones de compañías.
- Socio de una inversión. Se aporta un capital y se tiene derecho a una parte proporcional de los beneficios en función de lo aportado.
3 Filosofías de libertad financiera
- La hormiga capitalista: consiste en ahorrar una parte relevante de los ingresos para luego invertirlo con el objetivo de que un día esos intereses permitan la libertad.
- La abeja emprendedora: sería montar un negocio que permita obtener ingresos de forma online.
- El oso perezoso: se basa en no hacer nada y jugar a la lotería para que con suerte toque y vivir sin trabajar.
El factor del interés compuesto
El interés compuesto es otro de los elementos que juega un papel fundamental dentro de la libertad financiera.
El interés compuesto podría definir como la acumulación de intereses al capital, de modo que el capital se hace más grande y a su vez genera más intereses. Si repetimos la operación de nuevo una y otra vez, vamos capitalizando los intereses. Con el paso del tiempo el capital crece de una forma exponencial.
Por ejemplo. Si una persona tiene 100 euros a un interés anual del 10% anual. Una vez transcurra el primer año, habrá ganado vía intereses 10 euros, con lo que ahora el capital ya no son los 100 euros iniciales, sino 110 euros. Cuando pase el segundo año, habrá ganado vía intereses 11 euros y ya dispondrá del dinero inicial (100 euros) + los intereses del primer año (10 euros) + los intereses del segundo año (11 euros), en total 121 euros. Y este proceso continúa así en los sucesivos años.
Puedes utilizar nuestra calculadora de interés compuesto para ver cuanto podrías ahorrar gracias a esta fórmula.
Cuanto dinero necesitamos para lograr la libertad financiera
Para averiguar la cantidad que hará falta para dejar el trabajo hay que trabajar con tres cifras: dinero inicial, ingresos esperados y rentabilidad.
Veamos un sencillo ejemplo:
Si una persona quiere tener 20.000 euros de ingresos extra todos los años y estima que la rentabilidad media de sus inversiones es del 6% significa que va a necesitar unos 330.330 euros para generarla, todo esto sin contar impuestos.
Volumen de gasto, Tasa de ahorro, Tasa de rentabilidad
Vamos a ver 3 conceptos imprescindibles sobre la materia:
– Volumen total de gastos anuales: es lo primero que se ha de calcular. En el momento en el que tengamos ahorrado 25 veces lo que se gasta en un año, se puede considerar que se ha obtenido la libertad financiera.
Esa es la cifra necesaria para que, invirtiendo bien el capital, se pueda reembolsar un 4% anualmente sin que los fondos se agoten nunca. Ese 4% es lo que se llama tasa de retiro del capital.
– Tasa de ahorro: es el porcentaje de los ingresos que se ahorra cada mes. Para calcularla, se restan los gastos mensuales de los ingresos, se divide esa cifra nuevamente por los gastos y se multiplica por 100. Evidentemente cuanto mayor sea mejor.
– Tasa de rentabilidad: es el beneficio que se obtiene cuando se invierte lo ahorrado en un plazo de tiempo determinado. Para calcularla, se divide el importe que ha generado la inversión entre el valor inicial que tenía y se multiplica por 100.
Ahora que ya tienes información suficiente sobre la independencia financiera, ¿Cuanto crees que tardarías tú en lograrla si te lo propusieras?