Los ETFs de bonos han ganado popularidad en los últimos años como una herramienta de inversión eficiente y accesible para los inversores, pasando a formar parte importante en la historia de los ETFs. Este tipo de ETFs aportan diversificación, liquidez y transparencia al mercado de bonos, ofreciendo una alternativa atractiva a la compra directa de bonos individuales que muchos inversores venían haciendo hasta ahora.
En este artículo, te voy a explicar qué son los ETFs de bonos, cómo funcionan, los diferentes tipos disponibles y los riesgos asociados de cada uno de ellos.
Qué son los ETF de bonos
Los ETFs de bonos son fondos que invierten en una cartera de bonos y se negocian en las bolsas de valores como si fueran acciones.
Estos ETFs pueden incluir una variedad de bonos, tales como deuda pública, bonos corporativos, bonos federales y otros tipos de deuda. Su objetivo es replicar el rendimiento de un índice específico de bonos, ofreciendo a los inversores una forma de obtener exposición a este tipo de activos sin necesidad de comprar bonos individuales, teniendo de esta forma una mayor diversificación y menor riesgo.
Cómo funcionan los ETF de bonos
Este tipo de ETFs funcionan de manera similar a otros tipos de ETFs ya vistos con anterioridad. Están diseñados para seguir el rendimiento de un índice de bonos subyacente. Los gestores del ETF compran una selección de bonos que componen el índice y ajustan la cartera según sea necesario para reflejar los cambios en el índice.
Los ETFs de bonos ofrecen a los inversores la capacidad de comprar y vender participaciones en el fondo durante el horario de mercado, como si de una acción de bolsa se tratara, proporcionando de esta forma una liquidez que no siempre está disponible en el mercado de bonos individuales o como ya hemos comentado, en los fondos de inversión, los cuales tan sólo se pueden operar una vez al día.
Qué tipos de ETF de bonos existen
En la actualidad podemos diferenciar principalmente estos tipos de ETFs:
ETFs de deuda pública
Los ETFs de deuda pública invierten en bonos emitidos por gobiernos nacionales. Estos bonos suelen ser considerados de bajo riesgo debido a la solvencia de los gobiernos emisores, aunque no siempre es así y debes valorar bien la solvencia de cada gobierno antes de decantarte por una opción.
Los ETFs de deuda pública pueden centrarse en bonos de países específicos o en una combinación de bonos de varios países.
ETFs de bonos corporativos
Estos ETFs invierten en bonos emitidos por empresas privadas. Los bonos corporativos tienden a ofrecer mayores rendimientos en comparación con los bonos gubernamentales, pero también conllevan un mayor riesgo de crédito al ser una empresa privada la que respalda dichos bonos.
Los ETFs de bonos corporativos pueden enfocarse en bonos de alta calidad (investment grade) o en bonos de mayor riesgo y rendimiento (high yield). Para asegurar más tu inversión, deberás optar por los de investment grade, si bien es cierto te proporcionaran una menor rentabilidad que los de mayor riesgo high yield. Elegir una u otra opción dependerá de la rentabilidad que esperes conseguir y el riesgo que estés dispuesto a correr.
ETFs de bonos federales
Los ETFs de bonos federales se centran en bonos emitidos por agencias federales y otras entidades respaldadas por el gobierno. Estos bonos suelen ofrecer una combinación de seguridad y rendimiento moderado.
Como ejemplo tenemos a los bonos de agencias como Fannie Mae y Freddie Mac en Estados Unidos.
ETFs de bonos cubiertos
Los bonos cubiertos son emitidos por instituciones financieras y están respaldados por una cartera de activos, generalmente hipotecas o préstamos públicos.
Los ETFs de bonos cubiertos proporcionan a los inversores exposición a estos instrumentos que combinan seguridad y rendimiento.
ETFs de bonos protegidos contra la inflación
Estos ETFs invierten en bonos diseñados para proteger contra la inflación, como los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities) en Estados Unidos.
Los rendimientos de estos bonos están vinculados a un índice de precios, lo que ayuda a mantener el poder adquisitivo del inversor.
Cuál es el riesgo de los ETF de bonos
Aunque los ETFs de bonos ofrecen muchos beneficios, también conllevan ciertos riesgos que debes conocer antes de lanzarte a invertir en ellos.
Los principales riesgos de estos ETFS son:
- Riesgo de tasa de interés: El valor de los bonos puede disminuir si las tasas de interés suben. Por eso, es bueno invertir en bonos corporativos cuando se prevee que los tipos de interés van a bajar.
- Riesgo de crédito: Existe la posibilidad de que el emisor de los bonos incumpla sus pagos, incurriendo así en una pérdida para nosotros.
- Riesgo de liquidez: Algunos ETFs de bonos pueden ser menos líquidos que otros, lo que puede dificultar la compra o venta de participaciones.
- Riesgo de mercado: Como cualquier inversión en el mercado, los ETFs de bonos pueden experimentar volatilidad y fluctuaciones en el precio.
En resumen, los ETFs de bonos son una herramienta poderosa para los inversores que buscan diversificación y acceso al mercado de bonos con mayor liquidez y flexibilidad. Sin embargo, es crucial entender los diferentes tipos y riesgos asociados antes de invertir.
¿Cuál es la rentabilidad de los ETF de bonos?
La rentabilidad de los ETFs de bonos puede variar considerablemente dependiendo del tipo de bonos que componen el ETF, así como de las condiciones del mercado.
En general, los factores que influyen en la rentabilidad incluyen:
- Tipo de bono: Los bonos gubernamentales suelen ofrecer rendimientos más bajos pero más seguros, mientras que los bonos corporativos de alta rentabilidad pueden ofrecer mayores rendimientos a costa de un mayor riesgo.
- Duración del bono: Los bonos con vencimientos más largos tienden a ser más sensibles a los cambios en las tasas de interés, lo que puede afectar su rentabilidad.
- Condiciones económicas: La inflación, las tasas de interés y otros factores macroeconómicos pueden impactar significativamente en la rentabilidad de los bonos.
Mientras que los ETFs de bonos pueden proporcionar un flujo de ingresos relativamente estable, es crucial considerar los tipos de bonos incluidos y las condiciones económicas actuales para evaluar su potencial de rentabilidad.
En un escenario donde los tipos de interés van a bajar, invertir en ETFs de bonos puede ser una buena idea. Sin embargo, si prevees que los tipos van a subir, es mejor mantenerse alejado de ellos.
Comparación: ¿Cuál es la diferencia entre los ETF de bonos y los fondos activos de bonos?
Los ETFs de bonos y los fondos activos de bonos son dos enfoques diferentes para invertir en el mercado de bonos:
ETFs de bonos pasivos
- Gestión pasiva: Los ETFs de bonos generalmente siguen un índice de bonos específico, replicando su composición y rendimiento.
- Liquidez: Los ETFs se negocian en las bolsas de valores, proporcionando liquidez y la capacidad de comprar y vender durante el horario de mercado.
- Costes: Los ETFs suelen tener costos de gestión más bajos debido a su enfoque pasivo.
Fondos activos de bonos
- Gestión activa: Los gestores de fondos activos seleccionan activamente los bonos en los que invertir, buscando superar el rendimiento del mercado o de un índice de referencia.
- Liquidez: Los fondos activos no se negocian en bolsa y las transacciones suelen realizarse al final del día a un valor liquidativo (NAV).
- Costes: Los fondos activos tienden a tener mayores costos de gestión debido a la investigación y selección activa de bonos.
La elección entre ETFs de bonos y fondos activos de bonos dependerá de las preferencias del inversor en términos de costos, liquidez y expectativas de rendimiento. Como puedes ver, estas diferencias son prácticamente iguales a las que vimos en el artículo de ETFs vs Fondos Indexados.
Ventajas de los ETFs de bonos
Los ETFs de bonos ofrecen varias ventajas a los inversores:
- Diversificación: Los ETFs de bonos permiten a los inversores acceder a una amplia gama de bonos con una sola transacción, reduciendo el riesgo asociado con la inversión en bonos individuales.
- Liquidez: Al ser negociados en bolsa, los ETFs de bonos proporcionan la capacidad de comprar y vender participaciones durante el horario de mercado, facilitando una mayor flexibilidad.
- Costos más bajos: Los ETFs de bonos suelen tener menores costos de gestión en comparación con los fondos activos, lo que puede resultar en mayores rendimientos netos para los inversores.
- Transparencia: Los ETFs suelen tener una mayor transparencia en cuanto a su composición y rendimiento, ya que los datos se actualizan regularmente.
Desventajas de los ETFs de bonos
A pesar de sus ventajas, los ETFs de bonos también presentan ciertas desventajas:
- Riesgo de mercado: Como cualquier inversión en bolsa, los ETFs de bonos están sujetos a la volatilidad del mercado y pueden experimentar fluctuaciones en el precio.
- Menor rendimiento potencial: Dado que muchos ETFs de bonos siguen un índice pasivo, pueden ofrecer rendimientos más bajos en comparación con los fondos activos que buscan maximizar el rendimiento.
- Riesgo de tracking error: Existe la posibilidad de que el ETF no siga perfectamente el índice subyacente, lo que puede resultar en discrepancias en el rendimiento.
- Riesgo de liquidez de los bonos subyacentes: Algunos bonos en la cartera del ETF pueden ser menos líquidos, afectando la capacidad del ETF para ajustar su composición sin impactar el precio.
Los ETFs de bonos son una opción atractiva para muchos inversores, es importante considerar tanto sus ventajas como sus desventajas antes de tomar una decisión de inversión, pero debes tener claro que se trata de una inversión rentable si sabes jugar bien tus cartas y haces una buena elección, tanto del ETF como del momento de invertir en él.