Las acciones tributan como ganancias y pérdidas patrimoniales en la base del ahorro en la declaración de la Renta, con un tipo mínimo del 19% y máximo del 26%, en función del importe total ganado. Ganancias y pérdidas pueden compensarse, incluso con años anteriores, por lo tanto, es muy importante llevar una buena gestión de tus inversiones para declararlas de forma correcta.
En este artículo, vamos a ver cómo tributan en Hacienda la inversión en acciones, qué fiscalidad tienen, cómo puedes compensar las pérdidas con otras ganancias y la importancia de la regla FIFO.
La fiscalidad de las acciones
Todo inversor no solo ha de hacer frente a los mercados financieros para intentar obtener plusvalías que revaloricen su capital invertido, sino que también tiene que rendir posteriormente cuentas a Hacienda.
La declaración de la renta suele comenzar el mes de abril y suele durar hasta finales de Junio, variando las fechas exactas en función del año.
A la hora de hablar de la fiscalidad de la inversión en acciones, hay que tener presente una serie de ideas claves:
- Cuando compras acciones no tienes que realizar ningún tipo de declaración a Hacienda. Tan solo interesa una vez que has vendido las acciones y comprobar si has obtenido una plusvalía (ganancias) o bien pérdidas.
- Para saber si de tus operaciones bursátiles has obtenido ganancias o pérdidas, hay que hacer un cálculo sencillo: ver si al vender las acciones, obtuviste ganancias una vez restadas las comisiones y gastos de la compra y de la venta. Si tras ello tienes una ganancia, se considerará plusvalía, en caso contrario se considerará pérdida.
- Si has obtenido ganancias tributarán como ganancias y pérdidas patrimoniales en la declaración de la Renta. Únicamente se pagan impuestos por las ganancias y se integrará con el resto de ganancias para tributar en la base imponible del ahorro, la cual tiene los siguientes tramos:
– Hasta 6.000 euros un 19%.
– De 6.000 a 50.000 euros un 21%.
– De 50.000 a 200.000 euros un 23%.
– Por encima de 200.000 euros un 26%.
En el caso de que la compañía de la que tienes acciones realice una ampliación de capital y recibas una plusvalía por la venta de los derechos de suscripción preferente, a efectos fiscales tendrán la consideración de ganancia patrimonial y pasará a formar parte de la base imponible del ahorro, soportando su correspondiente retención.
Compensación de pérdidas con otras ganancias
Hacienda permite que se puedan compensar las pérdidas que hayas sufrido con otras ganancias y de esta manera pagar menos impuestos y aligerar la presión fiscal.
Básicamente consiste en restar las pérdidas a las ganancias. Por ejemplo, si en una operación has ganado 10.000 euros y en otra has perdido 4.000 euros, la renta a integrar en la base imponible del ahorro serán 6.000 euros y sobre esa cantidad es la que se aplica el tipo que le corresponda según los tramos vistos anteriormente.
Decir también que si tras compensar las pérdidas con las ganancias, sigues teniendo pérdidas, éstas se pueden compensar con los rendimientos del capital mobiliario hasta un límite del 25%.
Pero si tras ello todavía sigues teniendo pérdidas, las puedes compensar con las bases imponibles de los próximos 4 ejercicios. Es decir, te guardan esas pérdidas para que las puedas compensar durante los siguientes 4 años.
Pero hecha la ley, hecha la trampa. Por eso tienes que saber que hay una normativa para evitar precisamente que se hagan trampas. Imagina que te interesa generar pérdidas y así proceder a la compensación, con lo que compras acciones y las vendes a un precio que está por debajo del precio de compra (así generas pérdidas) y las vuelves a comprar. Esto se considera fraude y por ello se creó la norma que dicta que no se pueden compensar pérdidas si en los 2 meses previos o siguientes se han adquirido acciones homogéneas.
En resumidas cuentas, no puedes comprar las mismas acciones que has vendido hasta que pasen 2 meses desde su anterior venta, de lo contrario, si lo haces, no podrás compensar dichas pérdidas.
Qué es la regla FIFO
Hemos visto que como inversor pagarás tributos atendiendo a si has obtenido plusvalías económicas una vez vendidas las acciones y restadas las comisiones operativas de la compra y la venta.
Dicha plusvalía se le denomina ganancia patrimonial que se integra en las rentas del ahorro a un tipo entre el 19% y el 26% después de compensar las correspondientes pérdidas y ganancias.
Ejemplo
Si compras 200 acciones de una compañía a 20 euros cada una y las vendes a 25 euros, tu ganancia patrimonial será de 1.000 euros y pagarás un 19%, es decir, 190 euros.
Pero el problema viene si tienes compradas varias acciones de una misma empresa pero a diferentes precios y adquiridas en diferentes fechas. Es aquí cuando calcular la plusvalía se complicaría y suscitaría dudas.
Veamos un ejemplo:
– El 15 de enero compramos acciones de una compañía, concretamente 150 a 10 euros cada una
– El 2 de febrero añadimos 250 acciones más de esa misma compañía a 9 euros cada una.
– El 25 de febrero sumamos otras 350 acciones de la misma empresa a 10,5 euros cada una
En total tenemos en nuestra cartera 750 acciones de una misma empresa por un importe total de 7,425 euros y un precio medio 9,83 euros por acción.
De momento todo muy fácil y sin problema. Pero imagina que el 10 de marzo vendes 350 acciones a 11 euros cada una de ellas, con lo que logras una ganancia de 3850 euros.
Claro, surgirían 3 casos posibles:
1º) Esas 350 acciones que has vendido son de las primeras que compraste (150 que adquiriste el 15 de enero + 200 que adquiriste el 2 de febrero). Según ello, tu ganancia sería de 400 euros.
2º) Esas 350 acciones que has vendido son de las últimas que compraste (corresponden a la última compra que hiciste el 25 de febrero que fueron precisamente 350 acciones). En ese caso habrías sufrido una leve pérdida.
3º) No te complicas y haces una media de todas las adquisiciones que hiciste. De esta manera las ganancias superarían los 400 euros del primer supuesto.
Pues precisamente para salir de dudas existe la regla FIFO que es el acrónimo de First in, First Out
FIFO significa “primero en entrar, primero en salir”, acrónimo de First In, First Out, y viene a significar que lo primero que entró es lo primero que salió.
Mediante esta regla FIFO, las primeras acciones que compras son las primeras que acciones que tienes que tener en cuenta cuando vendes acciones del mismo tipo a efecto de calcular la ganancia.
Y por si tenías alguna duda, da igual si has realizado unas compras de acciones utilizando un broker y otras compras de acciones utilizando otro broker. De cara a Hacienda y a la fiscalidad es totalmente indiferente este hecho.
Por último, si inviertes en empresas que reparten dividendos, te puede interesar este artículo de la fiscalidad de los dividendos.
