Los planes de pensiones son uno de los instrumentos financieros más extendidos de nuestro país, y en los últimos años, los planes de pensiones de empleo son los que más han crecido.
En este artículo te contaré qué son estos planes de pensiones de empleo, cómo funcionan, cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles y cuál es, bajo mi punto de vista, el mejor plan de pensiones de empleo del mercado.
¿Qué quieres saber?
¿Qué es un plan de pensiones de empleo?
Los planes de pensiones de empleo son un tipo especial de plan de pensiones promovido por la empresa, y no por el trabajador, como ocurre con los planes de pensiones convencionales.
Por este motivo, los planes de pensiones de empleo también son conocidos como planes de pensiones de empresa, pues estas los utilizan para proporcionar una herramienta de ahorro colectivo a sus trabajadores.
Eso sí, las empresas son las promotoras, pero estas derivan el servicio a una gestora, como puede ser Bankia, CaixaBank, BBVA o Indexa Capital.
Además, las empresas pueden adherirse a otros planes de empresa, reduciendo así los trámites a la vez que proporcionan los mismos beneficios a sus trabajadores.
¿Cómo funciona un plan de pensiones de empleo?
El funcionamiento de un plan de pensiones de empleo es bastante similar al de un plan de pensiones convencional.
La principal diferencia radica en la contratación, pues al fin y al cabo, no es lo mismo contratar un plan para una sola persona, que contratarlo para un número variable de individuos, pues la plantilla de la empresa puede cambiar a lo largo del tiempo.
En cuanto a las aportaciones, estas pueden realizarlas tanto la propia empresa como el empleado, eso sí, sin superar el máximo de los 8.000 € anuales que marca la legislación actual.
Esta cifra dista mucho de los 1.500 € que se pueden invertir anualmente en un plan de pensiones individual (reducido recientemente desde los 2.000 €).
Ahora bien, puede que te estés preguntando si estás obligado a participar en el plan de pensiones si tu empresa tiene uno, ¿verdad?
No, como trabajador no tienes obligación de participar en el plan junto con la empresa y el resto de tus compañeros.
Y en el caso de que decidas invertir, te podrías preguntar en qué invierten estos planes de pensiones.
Lo cierto es que suelen ser bastante conservadores, pues al fin y al cabo, en una empresa hay trabajadores de todo tipo, y es lógico que no todos quieran exponerse en exceso al riesgo de los mercados.
Por este motivo, casi todos los planes de pensiones de empresa se centran en activos de renta fija, aunque siempre suelen reservar una parte para renta variable.
La selección de los valores concretos dependerá de la entidad gestora, aunque siempre se hará en base al criterio de inversión pactado.
Rescate del plan de pensiones de empleo
Por supuesto, una parte clave de todo plan de pensiones, es el rescate. Es decir, el momento en el que retiras el dinero.
Este retiro se puede hacer de golpe o en forma de pagos fraccionados, pero lo verdaderamente importante es cuándo se puede retirar el capital.
En este sentido, los planes de pensiones de empleo tienen las mismas restricciones que los planes de pensiones convencionales. Por ello, el trabajador solo puede retirar el dinero en los siguientes casos:
- Jubilación (ordinaria, anticipada o diferida).
- Fallecimiento.
- Enfermedad grave.
- Dependencia severa.
- Incapacidad laboral permanente.
- Desempleo (tras haber agotado las prestaciones correspondientes).
- Pasados 10 años.
Ahora bien, ¿qué ocurre si aportas a un plan de pensiones en una empresa y al cabo de un tiempo, dejas de trabajar allí?
En ese caso pasas a ser un partícipe en suspenso. Es decir, no puedes hacer aportaciones, pero tampoco podrás retirar el capital hasta que se dé una de las situaciones ya expuestas.
Además, si te cambias a otra empresa en la que también tienen un plan de pensiones de empleo, podrás participar en él sin ningún inconveniente.
¿Cómo tributan los planes de pensiones de empleo?
La fiscalidad es uno de los puntos clave de los planes de pensiones, y sobre todo de los de empleo.
En este caso, tanto la empresa como el trabajador pueden deducirse las aportaciones realizadas al plan.
En el caso de la empresa, estas son deducibles en el Impuesto de Sociedades, y en el del trabajador, en la declaración de la renta, reduciendo la base imponible del IRPF.
Es decir, hacer aportaciones al plan de pensiones de la empresa puede hacer que te deduzcas hasta 8.000 € anuales en la declaración de la renta.
Eso sí, una vez rescates el plan de pensiones, tendrás que pagar impuestos tanto por el capital aportado, como por los intereses generados. De este modo, más que deducir impuestos, es diferir impuestos.
Este capital tributa bajo las rentas del trabajo en el IRPF bajo los siguientes porcentajes:
Tramos | Tipo impositivo |
Hasta 12.450 € | 19 % |
De 12.450 a 20.200 € | 24 % |
De 20.200 a 35.200 € | 30 % |
De 35.200 a 60.000 € | 37 % |
De 60.000 a 300.000 € | 45 % |
Más de 300.000 € | 47 % |
De este modo, retirar el capital poco a poco, te ayudará a pagar menos impuestos y maximizar tus rentabilidad, pues el capital remanente seguirá generando beneficios.
Ventajas y desventajas de los planes de pensiones de empresa
Como es lógico, los planes de pensiones de empleo tienen ciertos aspectos positivos y negativos frente a otras opciones de ahorro. Estas son sus principales ventajas:
- El Gobierno está tratando de priorizar los planes de empleo frente a los planes individuales.
- Las deducciones que permite un plan de pensiones de empresa son 5 veces superiores a las de un plan individual.
- Invertir junto con tus compañeros de trabajo puede incrementar tu constancia con las aportaciones, favoreciendo el ahorro de cara a la jubilación.
- Los planes de pensiones de empleo generan carteras bien diversificadas, tanto de forma sectorial como geográfica.
- Todo el proceso de inversión se encuentra delegado, de modo tú que solo debes preocuparte de hacer tus aportaciones, sin necesidad de conocimientos ni perder el tiempo investigando.
- Los planes de pensiones de empleo son instrumentos debidamente controlados y regulados por las entidades más estrictas de España.
- Las empresas pueden llegar a acuerdos con las gestoras para conseguir tratos favorables a nivel de comisiones gracias a las economías de escala.
Y sus desventajas:
- Los autónomos no pueden crear planes de pensiones de empleo. La única excepción son los autónomos societarios con nómina.
- No puedes acceder a tu ahorro siempre que quieras, sino únicamente un ciertas situaciones.
- Al ser un instrumento para toda la empresa, puede que el plan de pensiones no se adapte a tu perfil de inversor.
¿Cuál es el mejor plan de pensiones de empleo?
Tras leer todo esto, es posible que te preguntes cuál es el mejor plan de pensiones de empleo, ¿verdad?
Lo cierto es que es imposible dar una respuesta tajante a una pregunta como esta, pues aquí entran en juego muchos factores, como el tamaño de la empresa, la edad media de los empleados, su temporalidad…
Sin embargo, uno de los planes de pensiones de empresa que más me gustan, es el plan de pensiones de empresa de Indexa Capital.
Este plan de pensiones, además de tener unas comisiones bastante reducidas y ofrecer una rentabilidad más que aceptable, divide a los empleados en tramos de edad.
Así, cuanto más joven es un empleado, más arriesgada es su cartera, es decir, mayor es la relación renta variable/renta fija y viceversa.
Y por último, una de las claras ventajas de Indexa Capital es que si cesas la actividad con tu empresa, puedes traspasar este plan de pensiones de empleo a un plan de pensiones individual, por lo que puedes seguir haciendo aportaciones con total normalidad aprovechando el poder del interés compuesto.